martes, 22 de diciembre de 2009

Carrera por el campo

Pues sí, el pasado domingo se llevó a cabo la sexta edición de la Carrera de Navidad de Cercedilla en la cual participé. Con eso de que había hecho mucho frío en los días anteriores llegamos a pensar que lo mismo no podríamos llegar a Cercedilla (por placas de hielo) por lo que las hermanísimas nos pusimos en ruta por la A-6 en vez de hacerlo por nuestro tradicional camino de la carretera de Colmenar.

Y llegar llegamos. El día soleado (sin una nube) prometía buen tiempo, pero unos gélidos 8 grados bajo cero nos dieron la bienvenida, así que no tuvimos otro remedio que irnos directamente al bar para tomarnos el segundo desayuno de la mañana. Después, recogida del dorsal, esperar a que saliesen los perros de la carrera del Canicross y a eso de las 10.45h se dió salida a la carrera de los "locos" (sí, porque hay cosas más agradables que hacer que irte a la sierra a correr 12km a pasar frío).

La carrera la verdad es que fue muy bonita: en el km 2 tuvimos la primera rampa bajo la estación del tren, en la que me empecé a acordar de los familiares de los organizadores. Del km4 al 5,5 se produjo lo peor, ya que el camino era sólo para una persona y al haber placas de hielo hubo detenciones y retenciones (sí, eso parecía la M-30 en hora punta). Total que hasta que no se pasó la zona mala no pudimos ponernos a correr otra vez, con lo que me quedé un poco fría. Encima al poco de ponernos a correr, surge la segunda cuesta (buah, esta fue matadora y tuve que hacerla andando, lo reconozco). Luego a bajar la colina como una loca (y tan loca, se me llega a ir una rodilla y todavía estoy rodando). Y luego llegó LA CUESTA. ¡Madreeeeeeeee! Los organizadores lo amenizaron con carteles que eran graciosetes, la verdad. Pero es que no había quien se hiciese esa cuesta corriendo (bueno sí, el primero), así que como el resto de mortales la subí andando hasta llegar a la cima. Luego salí disparada como alma que lleva el diablo (claro que lo que quedaba era todo cuesta abajo) y como no estaba cansada, pues recuperé tiempo (aunque hubo momento en los que pensaba que tropezaba y me esmorraba). Al final tardé 1h30min (el tiempo que le dije a la Puchei que haría XD).

La verdad es que el recorrido fue precioso. Me quedo con la explanada en la cima final donde al fondo a la izquierda quedaba la Bola del Mundo a la derecha Siete Picos. Lo malo es que éramos demasiados (1800 corredores) para ciertos tramos del camino donde literalmente no cabíamos.
La suerte: que corrimos el domingo porque si hubiése sido un día más tarde, en vez de correr hubiésemos necesitado los esquíes con la nieve que cayó.

Lo que he sacado en claro de esta carrera es que , a parte de entrenar más, necesito hacer muchas subidas y bajadas si quiero intentar al menos la media de El Escorial o la Maratón Alpina.

2 comentarios:

Morrigan dijo...

Estás pirada. Pero cuenta conmigo como apoyo logístico-moral :-)

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

La verdad Cris, leyendo esta entrada a uno se le congela el cerebro pensando el frío que tuviste que pasar, pero por otro lado me da la sensación de que tiene que molar un montón hacer una carrera así; tal vez el frío no mole tanto, pero me llama la atención eso de correr por la montaña.

¿Sabes? Si te tomas un poco más en serio la bici podías empezar a pensar en correr duatlones; a mí es un tema que me llama bastante la atención, lo que pasa es que el baloncesto me destrozó el tobillo izquierdo y no puedo plantearmelo... fijate que los de EnBici me dijeron que si me apuntaba a la SAn Silvestre con ellos y no lo he hecho porque no puedo correr.

Pero me encantaría poder hacer una carrera de montaña como esta que nos cuentas... pero insisto, con menos frío, jaja. ¡Pobre Elsa!