martes, 30 de diciembre de 2008

Cierre de año 2008

Pues otro añito que se nos va y sin casi darnos cuenta… ¡¡Y qué año!!

Empecé como aquel que dice estrenando casita y sin muebles y trabajando en Nápoles, quejándome de la basura y las huelgas. A final de año, la casa está casi amueblada y ahora no sólo echo mucho de menos Pozzuoli sino que también echo de menos viajar de vez en cuando (que no lean esto mis jefes, por favor JAJA).

En abril se murió mi tortuga “Tuga” tras años y años de convivencia (vamos que crecimos literalmente juntas) y mis papis ya no tienen mascotas (bueno vale, yo cuando subo a verles ;)).

Deportivamente hablando he sido un desastre (porque no he hecho ni una sola maratón) aunque he logrado quitarme cuatro de los siete kilos que cogí en Chile. Eso sí, España se ha salido con Nadal y la selección de fútbol (buah, a saber cuándo vuelven a ganar la Eurocopa).

He mejorado tecnológicamente hablando ya que ya tengo ADSL, cuenta en el Facebook, escribo asiduamente en el blog e incluso he empezado a utilizar el iPod, ¡¡un exceso!!

Y mucho más que se me está olvidando, pero bueno, que no cabe todo.

¿Que qué espero para el año que viene? Que me lo pase muy bien (tanto currando como en mi tiempo de ocio), que luche por hacer más cosas, correr más carreras, viajar más, adelgazar de una vez por todas, saber vivir conmigo misma y disfrutar de cada momento del presente.

¿Lo conseguiré? Seguro, a cabezota no me gana nadie :)

¡Buen año 2009!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Crónica de una muerte anunciada

No era la primera vez que desaparecía durante varios días sin dar señales de vida. Pero esta ha sido la última. Vida nocturna, drogas, excesos… han truncado una vida joven y han desecho la de tres más: su madre, su padre (sigo pensando que es antinatural que un padre sobreviva a su hijo), y sobretodo su hija.

- ¿Cómo se le explica a una niña de seis años que su padre ha muerto y seguramente de sobredosis?
- ¿Cómo se le dice a una niña que va a tener que volver con su madre porque mis vecinos acaban de perder la custodia al morirse su padre.
- ¿Cómo le explicas a una niña que ha bajado ilusionada a dormir a casa de mis padres que es porque su abuela está en plena crisis de ansiedad al enterarse que su hijo ha muerto?



La noticia no me sorprende, pero nunca te imaginas que se va a producir algo que sospechas. Descansa en paz, Jaime. Echaré de menos tu humor y tu forma de ser vacilona, y que hacíais reír tú y tu hermano a mi padre cuando se estaba recuperando de su cáncer. Y a los que aquí dejas, mucho, mucho ánimo… Pobre Basi, no sé si lo superará, lleva tanto encima…

martes, 9 de diciembre de 2008

Escapada a Donosti


20081128-20081201 – Donostia

Aprovechando que tenía dorsal para la maratón de San Sebastián, mi madre, hermana y servidora nos marcamos un viajectito a Donostia. La verdad es que al final correr, lo que es correr no corrí nada. La excusa es que estaba con un trancazo de narices, pero la verdad es que no había entrenado nada (podría decir que en el curro me explotan pero también hay que decir que soy una vagoneta, así que nada).

Además la excusa de ir a Donosti era para tomarme pintxos en compañía de mi madre, hermana, América y su chico, James, que venían desde Londres para ir a animar a José Manuel (mi antiguo profe de gimnasia y posterior entrenador de atletismo), ya que él sí que iba a hacer la prueba. Vamos que íbamos a darle la sorpresa de que viese a América (durante dos meses calladitas si que se nos escapase la sorpresa) ya que el lunes era su cumpleaños.

El sábado, el trío calavera nos fuimos a Zarautz (preciosa playa) aprovechando el eusko-tren. Estuvimos por la playa paseando e incluso vimos el restaurante que Karlos Arguiñano tiene por allá. Y en Donosti estuvimos enseñándole la ciudad a mi mami, ya que era la primera vez que estaba por allí (jo, hacía ocho años que no veía el mar, desde que mi padre tuvo el cáncer y dejamos de ir de vacaciones). Así que nada, se reencontró con el mar, la arena de playa y la brisa marina.

Los pintxos, espectaculares (sobretodo si el primer día, al primer sitio al que vamos nos invitan porque están de reapertura); la playa, preciosa; el clima, un poco de todo para qué vamos a negarlo; y las amistades, lo mejor (tanto Americucha como sus amigos de Bilbao).

Ya tengo pensada la próxima escapada de este tipo (me lo callaré por si acaso no puediese ser). A ver si entreno para entonces y puedo disfrutar el finde viendo la ciudad corriendo y con cámara en mano. Seguiré informando :)