martes, 21 de agosto de 2012

Ese medio giro...

Suena el despertador. Casi dormido, te pones la ropa de correr y al salir por la puerta vas a sacar la llave. Pero no, no puedes. La posición horizontal en la que está no permite que se extraiga. La giras 360º... sin éxito. La llave no sale, y tienes que entrenar una hora antes de ir a desayunar y currar.

Tras varios minutos intentandolo sin éxito, decides atrancar la puerta dejándola abierta. Te vas a entrenar. Y durante el entrenamiento, te pones a pensar cómo le vas a decir en alemán a la recepcionista del hotel que necesitas una llave adicional para la puerta principal que da acceso al edificio donde está tu habitación.

Vuelves de correr, pasas por la puerta por si acaso alguien saliese en ese momento para así evitarte ir a la recepción, pero no, no pasa nadie. Toca ir pedir la segunda llave. Logras hacerte entender, salvo el verbo "sacar" que lo sueltas en inglés, y te dan la llave auxiliar.

Llegas a tu habitación, y como último intento vuelves a probar con la llave. Pero no, sigue sin querer salir. Sin saber muy bien por qué, dado que la puerta estaba abierta, pones la llave auxiliar en la cerradura por fuera. Intentas sacarla y... mierda, tampoco puedes sacarla.

Ahora tienes dos llaves en la puerta, a ver cómo se lo explicas a la recepción. La idea de que te cambien de habitación cobra más fuerza. De hecho estás tan decidido que empiezas a meter la ropa en la maleta para que los del hotel hagan el cambio. Y encima son las 7.25h y has quedado a las 7.30h para desayunar. Está claro que hoy el día ha salido torcidillo...

De repente oyes un movimiento de llaves en la habitación de al lado donde está alojado tu jefe. Abres rápidamente la puerta y le preguntas, ¿puedes por favor mirar a ver si tú puedes sacar la llave? De repente, de la posición horizontal, le da un giro de 90º poniéndola en vertical y la llave casi sale sola. En dos segundos... te preguntas ¿por qué no se me ocurrió a mi?

En fin, al menos no vas a dormir en otra habitación, ni vas a tener que volver a hablar con los de recepción para que llamen a un cerrajero. Sacas las dos llaves, cierras la puerta y vuelves a sacar la ropa de la maleta. Te metes en la ducha... Pufff, problema resuelto, menos mal.