martes, 9 de abril de 2013

20130409 - Un amor entre dos mundos


Director: Juan Solanas
Año: 2012 (Canadá-Francia)
Actores: Jim Sturgess, Kirsten Dunst, Timothy Spall, Blu Makuma, Nicholas Rose

Es una historia romántica completamente distinta a lo visto hasta ahora porque la trama se desarrolla entre dos mundos paralelos (uno encima del otro) con gravedades distintas que hace que cada cosa pertenezca a cada mundo sin posibilidad de entremezclarse.

Claro que si te vas justo justo a una zona de montañas donde dos picos de un lado y otro casi casi se tocan, pues hay posibilidades de que haya interacción entre los seres de ambos planetas y es ahí precisamente donde se inicia la historia de esta peli.

Curioso en el argumento que siempre en vez de poder coexistir dos planetas, uno sea el que domine al otro, que exista la eterna lucha de clases entre ricos y pobres, y que por supuesto exista un ente de tipo gubernamental que domine y controle al planeta explotado, mientras que los de arriba viven en su mundo "perfecto".

La peli me ha gustado porque para ser una romántica, al menos es más original que las que se han visto últimamente en pantalla. No sé, la ambientación me ha recordado a Dark City, Momo, Matrix... y ahí al menos existe un punto de originalidad. No es un peliculón, pero para un rato de palomitas está bien.

lunes, 8 de abril de 2013

El síndrome de Diógenes más cerca de lo que creemos


Cuando pensamos en el síndrome de Diógenes, nos suele venir a la cabeza la imagen de una persona mayor solitaria que vive en su casa rodeada de toneladas de basura y con un aspecto desaseado. Sin embargo, si mirásemos en nuestras propias casas, ¿no podríamos llegar a pensar que nosotros también sufrimos algo de ese síndrome?

Yo personalmente creo que sí, porque si no ¿por qué acumulo papeles desordenados en las estanterías del despacho de manera que éste tiene la pinta de ser una leonera? ¿por qué tengo en cada una de las habitaciones un “cajón desastre” en el que meto objetos y utensilios que no voy a usar nunca? ¿por qué tengo en el dormitorio tantas camisetas de vestir incluso de tallas que sé que no me puedo poner? ¿por qué sigo teniendo en casa de mis padres dos cajones llenos de cosas que sé que no voy a llevar nunca a mi casa? ¿por qué pasa lo mismo en su trastero?

Muchas veces tengo la sensación de tener demasiadas cosas, de que en el fondo me encanta acumular. Unas veces lo hago por guardar recuerdos, otras porque creo que ese objeto me será útil en el futuro, otras, en el caso de los apuntes y libros de idiomas, porque siempre me digo que algún día empezaré a repasar todos de nuevo, por lo que necesitaré hacerlos desde la primera lección que recibí... ¿No estoy demasiado atada a los objetos? ¿No sería más fácil que sólo tuviese lo mínimo e imprescindible?

Y mi "Diógenes" podría ir a peor, ¿no tengo una habitación llena de “trastos” que tengo que sacar antes de octubre? ¿no empiezo ya a acumular cosas para el “bitxito limón”? Este hecho me agobia un poco últimamente: no quiero que esté envuelto por el consumismo, pero ¿cómo lo consigo si mi "Diógenes" me lleva a querer tener todo listo meses antes de lo necesario? Quizá sea este momento una buena ocasión para cambiar, hacer limpieza y aprender a no atarme a los objetos materiales. ¿Lo conseguiré? Eso espero, aunque creo que me va a costar mucho ya que no sólo es tirar cosas, sino aprender a desatarme emocionalmente de ellas y evitar volver a la acumulación innecesaria. Por otro lado, no es una tarea de poco tiempo, así que no sé si lograré no obsesionarme con no sólo con no acumular sino con la idea de "estoy de limpieza y no me he deshecho de nada"... Ainsss cómo nos complicamos la vida a veces...