La verdad es que me siento un poco como un soldado ya pareciese que me destinan a la "guerra" cada vez que no estoy de vacaciones. Y es que a partir de mañana, y según parece hasta febrero (todavía no tengo muy claro si es a principios o a finales del mismo), me mandan para Italia. Más concretamente a la versión italiana de Pozuelo de Alarcón, ya que el pueblo no sólo se llama Pozzuoli (sin coñas) sino que también es la sede "técnica" de mi empresa como lo es La Finca por aquí por los madriles.
Total que me toca cambiar de idioma de nuevo (sí, el español-chileno casi podía considerarse como un idioma distinto al español-español), de forma de vivir (ahora me voy a la costa, ¡qué mierda en invierno!) y de disfrutar del tiempo libre (se acabó la temporadad de "Kyle XY" para mí, ¡¡¡¡buahhhhh!!!!).
Pero bueno, todo sea por levantar el país (JAJA) y porque mi hermana pueda venir a verme a Nápoles (que es donde se encuentra el susodicho pueblo), aprovechando los "flight-backs" que nos ofrece la compañía (hay que aprovechar mientras se pueda, ¿no?).
Pues nada, que mis próximas vivencias serán ya desde tierras italianas (espero que no tenga que comentar que el Vesubio ha decidido ponerse en erupción o que la camorra napolitana está más activa que de costumbre). Al menos, esta vez, sólo estoy a dos horas y media de casa en avión...