Estrenando la joroba

Para evitar ir corriendo con botella en mis entrenamientos “largos” por fin estrené la Camelpack con el depósito de agua. Correr con el tubito a la derecha para echar mano del mismo cuando se necesita es muy práctico siempre que no se te olvide la ley de “Los vasos comunicantes”, es decir, que no se te ocurra tropezarte y poner la espalda en horizontal ya que no sólo tendrás que preocuparte de no irte de morros contra el suelo, sino que encima te tendrás que preocupar de no chipiarte al empezar a salir de forma descontrolada el agua por el tubo.

Por otro lado, cuidadín cómo rellenas el depósito porque lo lógico es que pongas el suelo de la cocina perdido al no ser capaz de hacer simultáneamente (a) abrir el grifo, (b) mantener el tubito erguido, (c) rellenar el depósito, (d) cerrar la tapa del depósito, (e) cerrar el grifo, (f) meter el depósito en la mochila. Seguro que en alguno de estos pasos se te olvida el mantener el tubito arriba y ooppss, todo el agua por el suelo…

Pero bueno, al final está bien no tener que llevar la botella y es cómodo correr con una mini-mochila a la espalda. Lo malo es que no controlas la cantidad de agua que te queda (ya que todavía no nos han dotado de ojos en la espalda) y se te acaba sin que te des cuenta. En fin, gajes del oficio.