He perdido el puto avión por 20minutos. 20 minutos de retraso debido a un accidente en la A104 que nos ha tenido parados en la carretera y que ha hecho que tardásemos 1h en recorrer 14 kilómetros. Sí, una puta hora que ha hecho que al llegar al aeropuerto, mi avión de las 16:40h ya se hubiese marchado.
Y no se me hubiese quedado tanta cara de gilipollas si no es porque cuando voy a la venta de billetes me dicen que no hay plazas para el siguiente y último vuelo del día a Madrid, el de las 19:40h, porque está completo. ¡Joder, qué puta mierda! Pues nada, a pillar un billete para primerísima hora del día siguiente a las 7:15h. La gracia me ha costado, bueno, a la empresa, 250 euros aprox.
Tras vencer mi sentimiento de auto-castigo por haberme quedado tirada en el aeropuerto, me dirijo hacia la terminal 3 para buscar sitio en el hotel Ibis, el único con precios razonables en la zona. Al llegar, me dicen que está completo. ¡Jodeeeeer! No pienso quedarme en el Sheraton, Novotel, Hilton, etc. donde la noche cuesta más de 350€, y no tengo intención de ir cogiendo todos los “shuttle-bus” de los hoteles que no están en la terminal para que me vayan diciendo que no tienen sitio. Y además como no tengan un bus pronto, no llego a hacer el check-in del avión del día siguiente a las 6h, y ya me jodería perder el avión dos veces seguidas. Así que nada, me voy a quedar a “dormir” en la terminal. Sólo me quedan 12 horas y 15 minutos de nada, donde ni siquiera estoy dentro de la zona de embarque porque no he podido acceder a la misma…
¿Que cómo me siento? Pues ahora mismo como si fuese gilipollas. Con un sentimiento de “por qué a mí” (mi jefe sí ha pillado su vuelo a Barcelona a tiempo al tenerlo media hora más tarde). Encima estoy sola y no tengo nadie con quien hablar ni compartir este “despropósito”. ¡Vaya puta mierda y aún me falta toda la noche por delante…!
Jo, yo que iba a llegar a Madrid a las 18:45minutos, vamos que a la hora que estoy escribiendo esto ya llevaba aterrizada 20 putos minutos… Jo, después de cuatro días fuera de casa echando de menos a mi niño y a mi gato, sólo sé que tengo que esperar más de 24 horas para verles a ambos. ¡Joooooooooooooooooooooo! Sólo tengo ganas de llorar, ¡qué desánimo, qué mierda!
En fin, al menos no he sido yo quien ha estado involucrada en el accidente. ¿Que qué ha pasado? Pues no lo sé, ni siquiera hemos llegado al punto del siniestro ya que nuestro desvío al aeropuerto estaba 1,4km antes del accidente. ¡Joder, 20 putos minutos…!
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