¿Qué hubiese pasado si ese 1 de mayo de 1994 la barra de la suspensión del vólido hubiese salido disparada 15cm más arriba o más abajo de donde lo hizo? Seguramente Ayrton Senna, para mí, el mejor piloto de la historia de la F1, todavía estaría vivo, hubiese conseguido algún campeonato del mundo más, si hubiese sido capaz de frenar al mejor Schumacher, y ahora estaría vinculado al mundo de la F1 bien como comentarista, como responsable de algún equipo, o por qué no, disfrutando de la vida en la playa.
Pero no, la barra de la suspensión golpeó de lleno el casco de Senna y nos quitó a uno de los mejores pilotes que este deporte ha tenido y tendrá nunca. Aún recuerdo ese día, el quedarme muda tras el accidente, el llorar cuando confirmaron su fallecimiento... Nunca había llorado por alguien que no conocía de nada y que sin embargo me hizo amar la F1 y el mundo del motor.
La peli, no es una crónica de la vida profesional de Ayrton en la F1 desde su llegada en 1984 hasta su muerte en ese fatídico fin de semana en Imola (accidente de Barrichello el viernes 29 de abril, muerte de Roland Ratzenberger el sábado 30 y muerte de Senna el domingo 1 de mayo), sino una muestra de cómo Senna tuvo que evolucionar desde su llegada de los karts, competición pura y limpia según sus palabras, al politiqueo de la F1, no dejando muy bien parados a Alain Prost y a Jean-Marie Balestre.
Es una peli homenaje a Senna y que todos los amantes de la F1 no pueden dejar de ver. Al final, todos volveremos a llorar, porque Senna no sólo era un gran piloto, era un ídolo para muchas personas, incluida yo.
Pero no, la barra de la suspensión golpeó de lleno el casco de Senna y nos quitó a uno de los mejores pilotes que este deporte ha tenido y tendrá nunca. Aún recuerdo ese día, el quedarme muda tras el accidente, el llorar cuando confirmaron su fallecimiento... Nunca había llorado por alguien que no conocía de nada y que sin embargo me hizo amar la F1 y el mundo del motor.
La peli, no es una crónica de la vida profesional de Ayrton en la F1 desde su llegada en 1984 hasta su muerte en ese fatídico fin de semana en Imola (accidente de Barrichello el viernes 29 de abril, muerte de Roland Ratzenberger el sábado 30 y muerte de Senna el domingo 1 de mayo), sino una muestra de cómo Senna tuvo que evolucionar desde su llegada de los karts, competición pura y limpia según sus palabras, al politiqueo de la F1, no dejando muy bien parados a Alain Prost y a Jean-Marie Balestre.
Es una peli homenaje a Senna y que todos los amantes de la F1 no pueden dejar de ver. Al final, todos volveremos a llorar, porque Senna no sólo era un gran piloto, era un ídolo para muchas personas, incluida yo.
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