jueves, 29 de mayo de 2008

Escapada a Santander


Gracias a que me enmarronaron con el prototipo de mi proyecto, me he podido escapar dos días a Santander (había que ir a ver al cliente). La verdad es que si en vez de martes y miércoles hubiese sido lunes y martes, hubiese volado a Santander el sábado para disfrutar un poco más de la ciudad. Pero bueno, no voy a quejarme que al menos he podido cambiar de aires.

Aprovechando que estaba por aquí, el martes por la tarde, después de salir del curro me puse la ropa de entrenamiento para irme a la playita (fue la forma más rápida que se me ocurrió para ir desde el hotel al Sardinero).

La verdad es que estuve indecisa un buen rato, así que desde el Casino me dirigí a la península de la Magdalena, donde vi a los leones marinos (no, no era mi reflejo en el agua), las tres carabelas y el palacio (todo hay que decir que me fui a entrenar con cámara de fotos en mano para inmortalizar el momento). Después de ver Somo y un poco el mar (ainnnssss qué bonito que es), bajé a la playa del Camello (la verdad es que al final la del Sardinero ni la pisé) donde el mar me llamaba una y otra vez: ven, ven, ven…

Y como una es débil, metí los piececitos en el agua y como comprobé que la temperatura de la misma no era muy baja (a pesar de ser las ocho y media de la noche), me lancé a la locura de la tarde: me metí en el agua (de cuerpo entero, oiga).

¡Qué buena que estaba! Chapoteo por aquí, chapoteo por allá, una brazadita… Ainsss qué tiempos (es que creo que desde hace más de dos años no me metía en el mar). Encima como no había nadie (salvo un chico que leía en la orilla y que se debió quedar un poco alucinado cuando vió que me metía) pues toda la playa para mi.

Así que nada, a esperar que este veranito pueda subir al norte con mi Schwester y nos podamos dar unos baños en condiciones. Por cierto, la foto, la Playa del Camello

1 comentario:

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

Muy bueno lo de los leones marinos jaja, mira que eres exagerada.

Me alegro de que te pudieras dar ese bañito.

Tengo un amigo que tiene una especial predilección por Santander, y siempre me ha insistido en que es una ciudad preciosa; veo que tu lo corroboras.

A ver si tienes suerte y te puedes acercar más tranquila en verano ;)

Un besote