Peaso cuesta

Termino la temporada de carreras con La Carrera del Rock&Roll en San Lorenzo de El Escorial, un sábado a eso de las 21h. Y menos mal que fue a esa hora y no por la tarde o por la mañana porque el señor Lorenzo le estuvo pegando pero bien fuerte y me hubiese muerto de calor en el camino.

Empecé la carrera digamos que al revés, es decir con un avituallamiento digno de reyes en una terracita de un bar: ración de bravas, ración de calamares y una botellica de agua (la cerveza hubiese sido un exceso).

Respecto a la carrera, digamos que la empecé bien, y ya empecé a preocuparme en la primera cuesta sobre el km2. Si esa peaso cuestecita me deja KO, ¿qué no me hará la de los "rompecorazones"?. Bufff, pues esa me dejó desarmada completamente. Empecé corriendola (veáse la foto adjunta XD), pero al poco rato me percaté de que no podría terminarla si seguía "dando saltitos" (porque correr no se podría decir que eso fuese correr). Así que me puse andar hasta el final (bueno lo que yo creía que era el final), empecé a correr, giré a la derecha y oopps, que todavía no se ha acabado... ¡A la mierda!... Y a seguir andando. El final fue fácil: todo cuesta bajo, con el único peligro de tropezarme con una chinita y dejarme los dientes y las piernas.

Lo que más me emocionó fue darle la mano a la abuelita que estaba en la cuesta de los "Rompecorazones" animando al personal. Y la cuesta, me encantó tanto que al año que viene lo mismo repito. Lo mejor de todo, como siempre, la compañía: gracias chicas por el apoyo moral y logístico. ¡Muack!