domingo, 11 de octubre de 2009

Les voy a dar a los de Bricomanía…

Tras unos cuantos escritos “tristones” en los que casi me deprimo yo misma al releerlos, creo que es conveniente que vuelva a cambiar de estilo donde vuelva a salir mi venada chistosilla que siempre me alegra más.

Así que aquí presento mi agradecimiento a los chicos de Bricomanía por hacernos creer que poner un cuadro es cosa de niños… ¡Y una mierda! Está claro que sus programas no se hacen en directo, porque si no podríamos disfrutar viendo los contratiempos que surgen simplemente para poner dos botelleros y dos cuadros en una pared:

a) Las paredes no son rectas.
La tajada que llevaba el albañil cuando dió de yeso a las paredes hace que 10 cm para fijar las hembrillas derecha e izquierda respecto a la viga del techo, dejen el cuadro desnivelado, con lo que terminas moviendo la hembrilla en el cuadro para desnivelar el cuadro y así que quede “recto”.

b) Si pones una broca del cinco, acabarás poniendo un taco del ocho.
Y es que la composición de la pared no es la misma en toda la superficie que hace que la broca o bien se tope con un elemento que tienes casi que llamar a las tuneladoras del Gallardón para toparte con el ladrilo, o bien se rompe la pared y se crea un agujero donde se podría poner un kiosco.

c) No midas que te es mejor ir a ojímetro
No siempre la mitad de diez es cinco, y es que en esta vida todo es relativo. Antes de colocar algo en el punto medio, da tres pasos para atrás y mira a ver cómo queda. Seguro que te ahorras el tener que colocar el cuadro y una vez que está te des cuenta que lo has dejado muy pegado a la izquieda con lo que tienes que desplazarlo (dejando un precioso agujero a la vista de todo el mundo) :S

d) No hagas obras en un festivo que seguro que te falta algo
Y es que si tienes el número justo de tacos, seguro que uno se rompe y te quedas corto. Si tienes tornillos largos, necesitas cortos; si tienes tornillos grandes, necesitas pequeños; si tienes una broca del 5 y del 7 seguro que necesitas la del 6.

e) Si puedes intenta no hacer las obras con un hombre
Y es que tienen que dominar la situación para seguir sintiéndose los “hombres de la casa” (vale yo soy muy mala con la “Black & Decker”, ¡pero es que mi padre no tiene sensibilidad en la mitad del cuerpo!). Como siempre NUNCA preguntan y aunque se creen autosuficientes, siempre terminan aceptando nuestra ayuda (¡pobriños!)

f) Ante todo, no te lleves a tu madre a que revise la obra
Y es que ella será la que encuentre todos y cada uno de los errores que hayas podido “tapar” y por los que te echará la bronca (temblando estoy por el comentario del agujero que ha quedado en el salón, a ver si lo tapo rápido XD)

3 comentarios:

Morrigan dijo...

Juajuajua, me encanta.
Y menos mal que los muebles no son de Ikea, que si no daba para varios posts.
Los puntos e) y f) son geniales.

Afortunadamente para mí, no tengo espíritu decorador :-)

Crisis@Madrid dijo...

Este finde me toca poner otro cuadro y una lámpara, así que tampoco me escapo
JAJAJA

Morrigan dijo...

Y ahora hay que poner la katana :-P