lunes, 24 de noviembre de 2008

Tomando el sol por la Almudena

El jueves pasado 20N, hizo diez años de la muerte de mi abuelo Ángel. Buff, cómo pasa el tiempo y aún así recuerdo bien ese día (o partes del mismo). Pero bueno, el objetivo de esto no es acordarme de dicho día, sino de que el sábado fui al cementerio a saludarle y tomar un poco el sol (que para eso hacía muy buen día).

La tumba de mi abuelo se encuentra en la Almudena una zona donde todos los muertos son del 33-34, así como la zona de nichos es del 2005. En comparación con algunas con estatuas o libros de mármol, la de mi abuelo es “simple”: un bloque enorme de granito, una cruz grande y un cristo de hierro. No hay ningún epitafio y solamente pone FAMILIA CONTRERAS y los nombres de los que allí reposan. Aunque parezca mentira sólo uno de los de allá es Contreras (y me da que tampoco es de la saga de los Contreras porque el segundo apellido no me cuadra), el resto son todos “cónyuges de”. Si mal no recuerdo, me parece que ya son cuatro los que allí reposan, lo que implica que o se ponen a reducir cuerpos en breves o la próxima generación de Contreras no van a caber (son siete hermanos y sus edades están ya entre los 75 y los 89 (mi abuela)), porque vamos, la tumba es grande, pero van a estar más apiñados que apiñados.

En fin, problemas de tamaño aparte comentemos la decoración y frases encontradas en los alrededores. Al tío de mi padre, ya se le ha pasado el momento “flamecón” con el que nos decoraba al Cristo con unos claveles en la cabeza, así que ahora se contenta con ponerle flores de plástico y con regar el rosal natural y unas margaritas naranjas que le dan un tono más alegre al sitio. Al lado de mi abuelo el humor no falta entre la gente ya que hay una tumba de la “Familia Romero” donde obviamente las plantas que tienen es ROMERO. En otra, está escrita la frase de “Los que te quisieron en vida no te olvidamos” (al menos no es hipócrita) y otros que dicen “No te olvidamos”, pero vamos que no es que la tumba no haya tenido flores desde eones, sino es que no tiene ni sitio para poder ponerlas.

En fin, que como siempre, la Almudena no es muy acogedor porque da la sensación de “overbooking” y sigo prefiriendo los camposantos del norte de Europa donde se entrelazan los bosques con los sitios de reposo. El cementerio civil me da que es más bonito (otro día le iré a hacer una visita). Pero bueno, para tomar el sol, desde luego el nuestro es el mejor de todos porque por tener tiene hasta línea de autobús que circula por su interior.

3 comentarios:

Morrigan dijo...

No me habías dicho nada de esta visita. Yo iré en un fin de semana de estos a llevar a la abuela, después del viaje a Donosti. No te creas que me hace demasiada gracia, porque la mujer se pone sensible y se pone a llorar.

Respecto a las tumbas vacías, si la gente es como nosotras ¿qué esperas que haya sobre ellas?

Por otro lado, ¿has pensado que muchas de esas tumbas ya no tienen quien las visite? La memoria de lo que somos dura lo que dura la piedra en que está grabado nuestro nombre. Al final, todo es polvo.

Por cierto, acaba de fallecer el hijo de Ángel. 23 años. Una lástima.

Crisis@Madrid dijo...

Hola guapetona

No te dije nada porque no quería que se enterase la abuela el domingo y me dijese "pues me lo podías haber dicho y habría ido", ya que se me ocurrió tras salir de Chamartín.

La verdad es que no entiendo que se quiera tener un terreno para enterrar a los muertos si luego no se les visita. Creo que es mejor incinerarse. El que se acuerda del muerto, siempre se acordará de él y no creo que necesite tener un sitio fijo para ir a visitarlo sino sólamente donde están las cenizas que seguramente tenga más sentido para el muerto que estar en un cementerio que no ha visitado nunca.

Respecto a lo del hijo de Ángel ya me lo contaron ayer tus padres. La verdad es que sí que es una lástima. Siempre que veo las tumbas las que me revuelven un poco por dentro son las de personas jóvenes porque siempre creo que les faltaba demasiadas cosas por vivir. Pero el cáncer (y tan agresivo como el de este chico) es lo que tiene. Y como se dice muchas veces, los padres no deberían sobrevivir a los hijos. Deben estar destrozados los pobres.

Nada Puch, CARPE DIEM, o "a vivir que son dos días"

Besotes,
KIKI

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

Hola chicas,

Antes de nada, deciros que aunque sea norma de vida y haya hecho ya diez años, siento que vuestro abuelo muriese.

Habéis comentado cosas interesantes, como lo del recuerdo etc. Es algo que yo me he pregutnado muchas veces; en el cementerio de Pinto están enterrados los abuelos de mi padre; lógicamente mientras vivan (o estén posibles) los nietos las tumbas tendrán sus flores etc; pero una vez que falten ellos pues lo cierto es que no creo que yo me vaya a currar mucho el cuidado de sus tumbas... igual que pasará por ejemplo si alguna vez tengo hijos, ellos no podrán sentir ninguna obligación con las tumbas de mis abuelos.

Yo tb soy de los que piensan que lo mejor es incinerar, se ahorra espacio y tiene otras ventajas de salud pública e higiene. Al final el recuerdo que uno tenga de sus seres queridos no se expresa con llevar unas flores al cementerio, y menos con los cementerios españoles, que me parecen ciertamente feos y apiñados. me gustan los cementerios anglosajones en los que puedes ir a pasear. En la Almudena no he estado, pero supongo que tendrá sus zonas de filas de tumbas apiladas a piñón. Así que ya digo, yo tb prefiero la incineración, total, de la otra forma a los cincuenta años te sacan del hoyo y te tiran en un osario.

Aún así he de admitir que no estaría mal tener una tumba en la que poner alguna frase ingeniosa tipo Groucho marx con aquello de "Perdonen que no me levante". No estaría mal algo como "He salido a hacer un recado durante el resto de la eternidad" :p