sábado, 1 de noviembre de 2014

SalmonTeam@FrankfurtMarathon 2014

El pasado domingo, 26 de octubre, se celebró la maratón de Frankfurt, donde Palacetes iba a intentar bajar de 2h40. Yo estaba completamente convencida de que lo iba a conseguir, porque le veía muy fino, muy bien preparado, contento con su nuevo entrenamiento y cómo lo había hecho durante estos meses e iba descansado de piernas. De hecho le había pronosticado 2h38. Pero no, esta vez tampoco pudo ser. No llegó a hacer la petada de Hamburgo 2013, pero la verdad es que se le fue de mala manera en los últimos seis kilómetros. A continuación, mi crónica de la prueba, vista desde la acera:

El salmon team (Elsa, Ángel y yo) salimos prontito del hotel para ir a desayunar al centro comercial que había al lado. Nuestra primera sorpresa del día fue encontrarnos con que estaba cerrado por ser domingo, lo que hizo que tuviésemos que cambiar de planes y buscarnos el desayuno al lado del metro junto a la salida. Al menos encontramos uno local abierto por la zona y pudimos meternos algo para el cuerpo. Teníamos tiempo de sobra, con lo que nos hicimos unas cuentas fotos en la línea de salida, con el señor del mazo al fondo. 



Llegamos a nuestras primeras paradas, el km2-7, y como nos seguía sobrando tiempo nos fuimos a tomar un segundo café. luego nos apostamos en medio de la calle para coger sitio en las vallas que separaban los dos sentidos de la prueba, el que llevaría a los corredores hacia el km2 y el que les llevaría hacia el km7. Al poco de estar ahí, llegó el equipo de animación oficial que iban repartiendo silbatos y aplaudidores. Conseguimos un aplaudidor y un pito, con lo que teníamos de sobra para dar ánimos a Palacetes. Al momento, apareció el coche oficial que les había dejado prestado, ohhhh, ¡lo quiero!



En menos de seis minutos, se nos plantaron ahí los primeros, cómo corre esta gente, por favor, y un poquito más tarde pudimos ver la melena al viento de Palacetes. Cómo no, saqué mi mejor voz de verdulera y conseguí que me viese... En ese punto, Palacetes iba segundo español, aunque acabó primero ya que el chaval que iba por delante no sabemos por qué se retiró antes del km14. Noté la diferencia con otras carreras en que a esta maratón la gente va a hacer tiempos porque en el grupo de Palacetes había bastante gente, cosa que en otras pruebas no pasa, en sus tiempos están más solos, sin compañía. Estuvimos animando a todos los que pasaban, mientras hacíamos tiempo a que volviese a aparecer Palacetes en el km7. Y lo hizo y bien, cómodo...

En cuanto pasó, dejamos el hueco libre y nos fuimos raudas y veloces al km14. Sólo teníamos una parada de metro y de esta parada, caminar unos cientos de metros hasta la recta donde íbamos a verle. En cuanto llegamos al punto escogido, los primeros ya habían pasado... de verdad, cómo corre esta gente. Así que estuvimos animando, aquí los grupos ya empezaban a dispersarse, hasta que vimos a Palacetes aparecer. Me tocaba darle isotónico así que me puse en medio de la calle para que no tuviese que alejarse demasiado de su "trayectoria perfecta para tomar la curva". Aquí, me comentó que iba bien y que estaba en un grupo con dos españoles que también querían hacer 2h40. ¡Bien, eso está muy bien!, me dije.

Dado que el metro no nos permitía mejor combinación, nos volvimos al punto de partida, para ir a animar ahora al km34-35. Y anda la osa que cuando llegamos, nos damos cuenta de que la carrera pasa por el hotel, anda que miramos bien el mapa nosotras, así que aproveché la coyuntura para coger wiFi y poder poner un whatssup a los del club que estaban haciendo seguimiento de la prueba. Ahí es donde me enteré que me estaban llegando los parciales cada 5km de Palacetes, con lo que les informé que en el km20, Palacetes había hecho 1:14:46. Dado que no soy nada buena para sacar tiempos de ritmos de cabeza, tuve que echar mano de Elsa para que usase la calculadora del móvil para saber la proyección para la maratón: (((((60+14)*60 + 46)/20)*42/3600)-2)*60 = 2h37 ¡Bien, va bien!

En ese punto dejé a Elsa con el peque para irme hacia el km35 y darle otro isotónico. Inicialmente estaba pasado el km35 pero ahí recordé que Palacetes me dijo que si le daba yo la botella no cogía del avituallamiento, así que avancé en mi recorrido y me coloqué antes del km35, justo en la curva donde se iniciaba toda esa recta. En ese bypass de espera, en el puente que pasaba por encima de la calle, un coche frenó directamente con la parte trasera del que tenía delante... Supongo que se distrajo con la maratón y no vió que estaban parados los coches que había delante suyo. ¡Vaya hostia...!



Ya en la curva, estuve animando a la gente, y cuando vi a Palacetes, le di la botella. Aquí me dijo que iba justito. ¡Mierda! Le seguí corriendo para poder ver el tiempo de paso del km35 y casi me deja muerta, ainss qué rápido corre esta gente. Vi su tiempo: 2:11:20 y de ahí me fui a buscar a mi hermana y peque (((((120+11)*60+20)/35)*42/3600)-2)*60 = 2h37 ¡Bieeeen!

Aproveché de nuevo para volver a conectarme y dar las últimas nuevas a los chicos del Páris, y de ahí ya nos fuimos a meta. Entramos en el pabellón y oh, sorpresón. No es bonito, es impresionante, alucinante. Te sientes como en un espectáculo. Era emocionante ver las gradas llenas de gente aplaudiendo a todos los que entraban por esa alfombra roja, con una pantalla gigante donde no sólo se veía a la gente entrar, sino que iban dando los tiempos de llegada. Tardamos en conseguir una buena ubicación porque íbamos con el carrito del peque y al final Elsa se quedó en una zona haciendo fotos y yo en otra con el peque y el carrito muy cerca del crono de meta, en la primera planta. 

Había una de seguridad que no nos dejaba quedarnos en una zona que parecía VIP, así que me quedé al lado del carrito, no quería dejarlo abandonado a su suerte por muy en Alemania que estuviésemos, mientras iba viendo los tiempos y las caras de los corredores a ver si me sonaban para tomar referencias de cuándo iba a entrar Palacetes. Estaba además en un punto que veía una curva de la calle por donde entraban y sólo estaba pendiente de ver esa melena al viento... Pero no llegaba, no llegaba. Yo cada vez más nerviosa, hasta el punto que casi se me saltan las lágrimas. ¡Vamos, vamos, aparece ya! Y el crono marcó 2h37... ¡venga, vamos, aparece! Pero nada... Y el crono siguió subiendo mientas que en la curva de la calle no aparecía nadie de azul. 2h37, 2h38, 2h39,00, 01,02...58, 59, 2h40. ¡Mierda, mierda, mierda, noooo! Qué rabia, qué impotencia, la verdad, qué poca justicia... Se merecía bajar del 2h40, a ver si no ha petado como en Hamburgo, venga, que aparezca, que aparezca...

Y apareció. Me pareció que iba lento respecto a otros corredores, parecido a como iba en Hamburgo, no por el ritmo, que ahora iba más rápido, sino porque iba "derrotado". Mientras que otros corredores estaban dado el dó de pecho por batir su marca, Palacetes iba dejándose llevar porque ni bajaba de 2h40, ni batía su marca personal... Me puse a animarle en toda la grada. Miré a la de seguridad y le dije que sólo era un minuto, que no me sacase de ahí. Y chillé, chillé... Hasta que Palacetes miró hacia arriba y me vió. Y con la mirada me dijo, "no ha podido ser" y yo quise transmitirle un "lo siento amor, no es justo". Y se fué hacia la zona de atrás.

Yo recogí el carrito y esperé a que llegase Elsa para ir al punto de encuentro a esperar a Palacetes. Tardó en llegar mucho menos que en Hamburgo, claro allí se comió media meta, y se le notaba bien, aunque triste. Le puse la manta morada del peque y nos fuimos los cuatro hacia el hotel a que se duchase. Al final Palacetes hizo 2h41'44".



Me hubiese encantado haber podido darle un abrazo de alegría, pero no, otra vez tuvo que ser un abrazo de apoyo... ¡Mierda! Espero que no se desanime y que no piense que ha llegado a su cima porque creo que todavía puede bajar su tiempo. A ver si en la siguiente, ahí estaré...

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