miércoles, 9 de septiembre de 2009

La ley del bocazas mental

Quizá es que sea pesimista, pero ¿no os da la sensación de que si crees que algo va a ir como la seda porque lo tienes todo controlado de repente surge algún imprevisto con el que no contabas para nada que lo jode todo?

Pues es lo que me pasa constantemente en el trabajo: tengo que implementar algo, creo que voy bien y que tengo las cosas controladas y ¡paff!, un nuevo requerimiento que afecta a todo, algo que no terminaste de controlar y que te muestra una cagada…

Quizá eso me indica que no estaba todo tan controlado como pensaba y que tengo que hacer un mayor seguimiento, o ¿quizá tendría que conseguir que el resto del equipo se involucrase más en este seguimiento para que no recaiga todo sobre mí? Porque la verdad es que estoy cansada de tener que revisar todo para ver si hay algo que puede fallar, estoy cansada de estar preocupada por todos los desarrollos y pensar que si hay un error es por una cagada mía.

Y alguna vez me gustaría poder sacar pecho e ir en plan “chulo” por la vida, pero esta vida no hace más que demostrarme que cada vez que lo intento me dan una hostia en la cabeza para que vuelve a agacharla… No es una buena actitud para triunfar en esta vida, la verdad.

2 comentarios:

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

¡Hola guapa!

La verdad es que hay un dicho que es que si todo te parece totalmente controlado es porque algo pasas por alto... pero si eso fuera así sería imposible sacar un sobresaliente en un examen, o simplemente llevar a cabo la acción más estúpida que nos podamos imaginar. Hay cosas que las hacemos automáticamente porque las controlamos realmente bien, pero ello no quiere decir que no pueda fallar algo en un momento dado. Un ejemplo tonto, ¿no se te cala el coche nunca? Y sin embargo sabes perfectamente como arrancar un coche y hacerlo andar, ¿verdad? Simplemente hay veces que no calculas bien, levantas demasiado el embrague y zas, calado.

en el trabajo pasa lo mismo, que se den fallos no quiere decir que no tengas tu trabajo controlado. Yo la cagaba cada dos por tres en mi antiguo trabajo, pero sabía hacerlo bien, eso no me lo negaba nadie.

Si encima lo que me estás diciendo es que tienes que revisar el trabajo de todo el mundo porque no puedes confiar en aquellos a tu cargo, la cantidad de trabajo que tienes se convierte en inmensa, es normal que se te pase algo. Más bien habría que preguntar a tus subordinados por qué no son capaces de ganarse tu confianza y demostrar que saben hacer su trabajo. Es más, preguntate una cosa, ¿son más las cagadas que has evitado vigilando a tus compis o las que te han descubierto porque se te han pasado por alto?

Estoy seguro que has sacado tú más cosas adelante que aquellas en las que te han cazado.

Y Cris, una cosa, entiendo perfectamente tu sensación de que la vida parezca que te da cada dos por tres para que no levantes cabeza, peor te digo algo que me han dicho a mí últimamente y que no deja de ser cierto, si la vida te da esas hostias será que también te ha permitido tener motivos para que levantes la cabeza, ¿no?

Ánimo que sabes que vales mucho.

Por cierto que el día dos me parece que me dejo el coche en casa, me parece que corremos el riesgo de desbarrar un poco como sigamos así, ¿no crees? no sería mala cosa, por cierto ;)

Un besazo guapa

Gonzo dijo...

No es ser pesimista, es la naturaleza de cierto tipo de trabajos. Este texto apunta a la causa principal. El agobio por el volumen de trabajo y por que éste aumente de forma inesperada es normal. Y los proyectos sufren siempre contratiempos, en gran parte por lo ilustrado en el texto anteriormente enlazado.

Aprender a delegar yo lo veo como algo dificilísimo. A mí me cuesta horrores y eso necesariamente aumenta la sensación de "responsabilidad personal" sobre todos los detalles, especialmente los malos.

Por último, por desgracia todos aprendemos a base de equivocarnos. Las cagadas y las hostias seguirán sucediendo y a veces resulta complicado ver el beneficio que se saca de todo eso. Yo he tenido la enorme suerte de que he tenido a mi lado gente que me ha hecho ver las cosas (problemas y fracasos académicos, profesionales, personales, ...) por lo que he sacado de ello, y que me ha recordado lo que realmente importa y por lo que puedo sentirme afortunado más que orgulloso.

Siento el rollo zen/gurú/sentimental. En el fondo lo que quiero decir es que, incluso conociéndote menos de lo que me gustaría, me pareces una mujer inteligente y más que capaz de superar los problemas que expones con sólo un poquito de perspectiva.

Mucho ánimo.