20141109 – B/SS (20km) – 1h57’23”
(5:52/km)
Al final no me salió tan mal dado
mi actual estado de forma: nulo. Este año la aventura empezó en el Topo ya que
al estar alojados en Donosti, nos desplazamos a Behobia con el Euskotren. Nos
montamos en Amara y ya venía hasta los topes, pero bueno, como buenos
madrileños que somos, no sería la primera vez que nos montamos en un metro en
hora punta y donde la gente cree no que cabe nadie más, cabemos perfectamente
un carrito de bebé, cuatro adultos e incluso una bicicleta. En fin, que
apiñadicos, llegamos a Irún-Ficoba y fuimos caminado a la salida.
Una vez me despedí del Salmon
Team (en esta ocasión lo componían Petete,
J.Gremster y el Sr. Pitufez), me dirigí a la salida, donde pude ver cómo salían los
de las 10am (mi cajón no salía hasta las 10.46) y pude distinguir entre tanto
galgo a Serras. Tras ver la salida
del siguiente cajón, comencé a calentar. Fui trotando hasta la glorieta donde
estaban los cajones azules y blancos y al poco de ver el mío, me metí en él
porque se movía hacia la salida. Encajonadita fuimos caminando poco a poco
hasta la salida, y a eso de las 10.46, salió el último de los cajones azules
camino a Donosti.
El inicio de la prueba fue como
siempre: con mucha fuerza, a buen ritmo. El ritmo exacto, ni ida, y es que el
GARMIN se nos quedó en el apartamento cargándose. En fin, segunda carrera de la
temporada que toca correr por sensaciones (a este paso le cojo gustillo). A
diferencia de Logroño que empecé a petar en el km7, en la B/SS empecé a notar
cosas raras en el 11. Antes de eso logré subir Gaintxurizketa a ritmo tortuga y
en la bajada me encontré con mi Salmon Team donde J.Gremster intentaba hacerme una foto mientras Petete hacía auténticos fotobombs al ponerse por delante. Ahí tenía
fuerzas suficientes como para comentar que había visto a Serras en la salida y
que unos metros más atrás estaba el Pirata, un tío que pone buena música (me
tocaron ACDC y Airbourne) mientras anima al personal vestido de pirata, con
bandera y todo.
Para mí el punto de inflexión fue
mi paso por Errentería. Punto de inflexión porque fue en ese momento donde
empecé a petar de mala manera. Las piernas empezaron a dejar de ir y no me
quedó más remedio que bajar el ritmo y hacer de tripas de corazón. También quiero
destacar este punto porque fue increíble. Desde que crucé el cartel de entrada
a la localidad, hasta que salí de la misma en la cuesta de Capuchinos, no había
más que gente animando y dando ánimos. De verdad, impresionante, creo que
estaba toda Errentería en la avenida principal. Durante dos kilómetros estuve
emocionada con el ambientazo, incluso en Capuchinos, donde se agradecieron
mucho los aplausos ya que esa subida se hizo muy dura.
Justo al girar la curva para
empezar a bajar a Pasaia, comenzó el viento que no habíamos tenido en todo el
recorrido, el día fue perfecto: sin frío, sin calor, sin lluvia, sin sol, sin
viento, sólo nubes, el día ideal, la verdad. ¡Qué alguien cierre esa ventana!
Nada, al poco de empezar a bajar, desapareció el viento y llegué a Pasajes
donde escuché a J.Gremster al grito
de “¡Kikiiiiiiii!” y localicé a mi Salmon Team. Estaba tan desanimada por mi
ritmo tortuga que a Petete le hice el
signo de pulgar hacia abajo y “fuera fuera”. Con su mirada me dijo, “vaya,
bueno, qué le vamos a hacer, vamos hasta el final”. Está claro que sabía
perfectamente que no me iba a retirar, solamente que a partir de entonces iba a
ir arrastrándome hasta San Sebastián.
Y más o menos así fue. Dado que
tampoco estoy muy fuerte mentalmente hablando en esta época, mis pensamientos
no fueron ni positivos ni alegres, así que me conformé con llegar poco a poco a
mi destino: el alto de Miracruz donde la cuesta se me hizo eterna y esta vez
sí, al coronar “puerto” vi el restaurante de Arzak que en ese momento tenía el
cierre echado. Y a partir de ahí, unos tres kilómetros de bajada-llano, que se
hacen largos porque las calles son largas y se hacen infinitas. En especial la
recta final donde pasas “n-mil” arcos de publicidad pero ninguno de ellos tiene
el crono de meta. Durante todo este tramo, estuve agradeciendo a toda la gente
que me animaba por mi nombre.
A ritmo lento, pero sin pausa, vi
como me pasaba gente de los cajones posteriores, lo cual no motiva demasiado.
Así llegué a San Sebastián y así llegué a meta esperando que el tiempo a marcar
fuese un sub2h46, necesario para hacer un sub2h (mi objetivo al inicio de la
prueba). Cuando pasé por meta vi un 2h45min15seg. ¡Bien, 1h59’15”! Claro que no
contaba con mi desfase respecto a los de cabeza de mi cajón, 2min, con lo que
al final fueron los 1h57min23. ¡Bieeeeeennn! Tras pasar por meta, me quité el
chip, se lo di a la organización y me fui trotando a esperar a mi Salmon Team
en el punto esperado. A partir de ese momento, empezó a hacer “mal” tiempo y de
hecho por la tarde cayó una buena tormenta.
Como siempre, la animación de la
B/SS es impresionante: gente por todos lados en cualquier sitio, subidas,
bajadas, en las poblaciones, fuera de ellas, gente de todas las edades, con
todo tipo de elementos de animación. La verdad es que da gusto correr en esta
tierra y no sólo por los chuletones post-carrera. Sólo espero que la próxima
vez vaya tan preparada como en el 2012 donde hice un tiempazo de 1:47:12
(5:21/km).
Fotos, cortesía de J.Gremster
2 comentarios:
Alguna vez, tendrá que caer mi Behobia de momento me conformo leyendo vuestras crónicas, tiene que ser la leche disputarla.
Te zampaste una prueba más luchando, y disfrutando, y eso es lo que vale.
A por la siguiente... -14 para Sevilal ;) #nopressure
La behobia es una gran carrera, aunque la operativa para ir a la salida es tela.
Enhorabuena cris, ha sido una gran carrera!
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