viernes, 29 de noviembre de 2013

Punto de no retorno

Hoy ha sido el último día en que he dado de mamar al peque ya que hoy he comenzado a tomarme la pastillas para la retirada de la leche. Es un día un poco triste porque tras una lucha dura durante un mes por conseguir la lactancia materna, una vez conseguida, ha sido mi hipersensibilidad de piel la que ha hecho que tenga que dejarla un mes más tarde.

En estos últimos días ha sido triste ver cómo la leche se salía literalmente del pecho en cuanto el peque se ponía a llorar por hambre y yo evitaba darle el pecho si éste no estaba muy cargado para así reducir el número de tomas y evitar así el dolor que dichas tomas me ocasionaban.

Es triste ver cómo el pecho lo tienes sin grietas, ver que el peque tiene una buena posición y agarre en las tomas y sin embargo la lactancia no es placentera para ninguno de los dos porque tengo una piel muy sensible que hace que sienta dolor no sólo durante el agarre, sino durante la toma y durante una hora más tarde de la misma.

Ante dicho panorama sé que la decisión que he tomado, dejar de darle el pecho al peque, es la mejor: el peque no va a ponerse nervioso ante mi nerviosismo, no va a sentir mi crispación cada vez que me agarraba y yo sentía miles de alfileres clavándose en mi pecho, va a poder verme un poco más alegre cuando le dé el biberón en vez de verme cara de miedo y cómo me preparaba para sentir dolor, y yo, voy a poder andar normal, sin ir encorvada por el dolor tras las tomas o tras colarse el aire frío a través de la ropa. Sin embargo esta decisión me pone un poco triste porque ese único vínculo madre-hijo voy a perderlo encima por algo que no puedo corregir o solucionar, además de sentir que es la segunda cosa (la primera fue no poder disfrutar del piel con piel) que no sale como hubiese querido.

No sé, me hubiese gustado haber tenido alguna toma sin dolor para saber qué es ese regalo llamado "lactancia materna". En fin, si tengo otro peque, volveré a intentarlo a ver si mi sensibilidad ha mejorado para entonces o si no tengo remedio. Es lo malo de ser la "princesa guisante". Al menos el peque ha recibido dos meses de lactancia materna durante los cuales espero que haya recibido el mayor número de anticuerpos posibles.