Buff, cuántos años que no pisaba la playa de las catedrales. La última vez que estuve fue allá por el 2000 (si no he echado mal las cuentas) cuando todavía era una universitaria teleñeka cuyas únicas preocupaciones eran los exámenes de septiembre (bueno vale, y los de febrero y los de junio).Aunque sólo hayan sido dos días, la verdad es que he podido disfrutar de esta maravilla de la naturaleza que ya sea con marea alta o baja es digna de ser visitada. Encima nos salieron dos días estupendos (sólo hay que ver la foto) con lo que las hermanísimas nos pudimos bañar en Los Castros e hicimos que los socorristas tuvieran que estar un poco pendientes de los bañistas al meterse dos locas a saltar las olas.
La verdad es que las vacaciones por el norte fueron un poco cansadas (vimos Zamora, los Arribes del Duero, el lago de Sanabria, Orense, Lugo, Ribadeo, Mondoñedo, Oviedo y León en ocho días) pero valieron la pena para descubrir lugares recónditos de la península que hasta ahora nos eran desconocidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario